De ti ya sólo tengo una grabación de tu voz. Ni una imagen, ni un objeto, sólo el audio. Lo vuelvo a escuchar, busco esas pronunciaciones, esos timbres tuyos.
La grabación inicia con una ligera risa, yo también sonrío, luego tus pausas, las frases incidentales que pronuncias con otra cadencia sin que te des cuenta.
Rebobino… podría describir tu voz, imitar tus sonidos. Rebobino… ¿terminaré volviéndome loco? Rebobino…
miércoles, 25 de agosto de 2010
viernes, 30 de julio de 2010
Momento
Ese día, luego de años de conocerme y en lo que sería la última vez que nos veríamos, me confesaste tu atracción hacia mí. Ya no había tiempo de besos, nos abrazamos, dibujamos una sonrisa mustia, dimos vuelta y seguimos caminando como tratando de alejarnos de nuestra propia sombra.
miércoles, 28 de julio de 2010
martes, 9 de septiembre de 2008
Reconocimiento
Lo encontraba más amoroso por mail. Aunque cada palabra leída le parecía haber sido escrita con demasiado cuidado para evitar romanticismo o cursilería, al cerrar el mensaje dejaba ese sabor que ella paladeaba, por eso peferia retrasar los encuentros y así leer como crecia el ansia por verla.
Nunca leyó un te quiero, muchos menos un te amo, tal vez por ahí alguna misiva cerraba con un tajante “abrazos” carente de adjetivos, y ella respondía igual, concreta, precisa… cada vez más enamorada.
Se veían raramente. La plática era fría y giraba entorno al trabajo, las relaciones familiares, fiestas en las que no coincidían y pasatiempos que no compartían. Al final se despedían sin siquiera un beso en la mejilla. La comprensión no le alcanzaba, quería verlo lanzándose sobre en ella en un abrazo, robándole un beso, apretándole la mano, pero eso jamás pasaría.
Hoy volvió a recibir un mensaje. Notó diferente sus palabras, ahora era él sumamente amoroso, las palabras antes evitadas, ahora brotaban, brincaban de un lado a otro de la pantalla. Ella entendió, no volverían a verse.
Nunca leyó un te quiero, muchos menos un te amo, tal vez por ahí alguna misiva cerraba con un tajante “abrazos” carente de adjetivos, y ella respondía igual, concreta, precisa… cada vez más enamorada.
Se veían raramente. La plática era fría y giraba entorno al trabajo, las relaciones familiares, fiestas en las que no coincidían y pasatiempos que no compartían. Al final se despedían sin siquiera un beso en la mejilla. La comprensión no le alcanzaba, quería verlo lanzándose sobre en ella en un abrazo, robándole un beso, apretándole la mano, pero eso jamás pasaría.
Hoy volvió a recibir un mensaje. Notó diferente sus palabras, ahora era él sumamente amoroso, las palabras antes evitadas, ahora brotaban, brincaban de un lado a otro de la pantalla. Ella entendió, no volverían a verse.
jueves, 14 de agosto de 2008
orgullo
Ahí, parada en la puerta como estabas, te vi hermosa, más hermosa que nunca…
bellísima puta, ¿por qué después de todo no me imagino sin ti? (sería mejor),
¿por qué lloras ahora que tomo mi viejo auto y arranco con ganas de estrellarme
en el primer muro que encuentre?
Te veo otra vez en el retrovisor, no aguanto, podría perdonarte todo... busco un pinche muro… no muy lejos…
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